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FIESTA NACIONAL DE LA DIVERSIDAD CULTURAL Acceso libre

La “Fiesta Nacional de la Diversidad Cultural” es organizada por el municipio de Villa Gesell y diversas instituciones locales desde 1967 hasta la actualidad. El objetivo es conmemorar la existencia y convivencia de diversos grupos étnicos en el área local y auspiciar un encuentro a nivel nacional. Medular centro de veraneo del país, Villa Gesell durante el mes de octubre se cubre de música, teatro, danzas y gastronomía para recordar el origen multiétnico de la villa fundada a principios de la década de 1930.

La celebración de la diversidad cultural establecida por el municipio en 1981, tuvo su origen en la acción, principalmente, de la comunidad de españoles, pero también de italianos que inicialmente poblaron la zona desde la mitad del siglo XX. Buscando exponer su cultura en el panorama nacional, un grupo de vecinos españoles a partir de 1967 comenzó a difundir y compartir sus costumbres y tradiciones conmemorando el día de la “Hispanidad”. Por aquel entonces, la celebración constaba de la elaboración de una gran paella, como típico plato español y distintas danzas en uno de los salones del Club Español. Pero el festejo fue creciendo y sumando a vecinos y visitantes, al punto de incorporar a otras comunidades nacionales y étnicas. La festividad pasó de desarrollarse del salón a la calle, logrando así obtener un carácter popular que la caracterizará en adelante.


Durante los días que dura el evento, residentes locales y vecinos junto con turistas están dedicados a celebrar la diversidad cultural compartiendo espectáculos musicales, la gastronomía y varias actividades culturales. La elaboración de una gran paella sigue siendo el acto central, pero sus dimensiones respecto a tiempos pasados se han agigantado. Algunos datos lo corroboran. En la actualidad, la “Gran Paella de la Amistad”, tal es su nombre, tiene seis metros de largo y es consumida por 1200 comensales aproximadamente. Para su elaboración se utilizan: 120 kilos de arroz, 33 litros de aceite, 275 kilos de mariscos y 140 pollos, además de verduras y especias diversas. La dirección de todo el proceso, que cuenta con el trabajo de los vecinos, está a cargo de la familia Cortés desde hace 30 años.


Mientras se elabora la gran paella y se montan stands gastronómicos, en las calles de la ciudad se lleva a cabo el programa artístico. Por los escenarios del balneario han pasado a lo largo de su historia grupos de rock como La Bersuit Vergarabat, La Mosca, Ella es Tan Cargosa; cantantes populares como Patricia Sosa, Peteco Carabajal, Antonio Tarragó Ros y Juanse; y orquestas como la Municipal y la Guardia del Bosque, dependiente de la Secretaría de Cultura y Educación. Lo mismo que en otras celebraciones nacionales, también hay una selección y elección de la “Reina de la Diversidad Cultural”, con una importante participación de postulantes de la región. En distintos escenarios, hay lugar para diversas bandas de rock, pop, soul, folklore y tango, en un intento por promover a jóvenes talentos entre el público presente. Las danzas, los desfiles de los “Cabezudos”, fogones y varias actividades acuáticas completan el panorama que brinda la festividad. 


El cierre de la fiesta es al atardecer en las playas céntricas del balneario. Los fuegos artificiales son los protagonistas del momento, iluminando las costas y la ciudad por varios minutos, mientras el público disfruta de la música y una rica y abundante gastronomía.


Villa Gesell fue fundada por el pionero Carlos Idazo Gesell en 1931, una vez adquiridos los terrenos en su mayoría cubiertos por dunas. Empresario maderero, Gesell estuvo interesado por esas tierras para forestarlas con coníferas y acacias, con el objetivo de proveer de materia prima a su emprendimiento de muebles para niños. Con el paso del tiempo, la familia Gesell comenzó a lotear terrenos, bajo la condición de conservar la geografía y variedad natural de la zona. La llegada de españoles e italianos, se registra a partir de este proceso a principios de la década de 1940. Hacia 1960, la juventud comenzó a elegir al balneario por la vida tranquila y poco poblada que brindaba, convirtiéndose en parte esencial de la movida hippie en la Argentina de los años sesenta. La muerte de su fundador, Carlos Gesell, profundizó el loteo de tierras y la construcción de casas, los denominados “chalets”, pero también edificios que modificaron parcialmente su fisonomía. Hoy Gesell, a pesar de los cambios, es uno de los centros turísticos principales del país gracias a la conservación de sus espacios y las actividades sociales y culturales que ofrece a los residentes locales y nacionales.