En el día de San Antonio de Padua, la ciudad de San Antonio de Areco se viste de fiesta para homenajear a su santo patrono. Se trata de una jornada con numerosas actividades que incluyen la procesión del santo y una misa.
La ciudad de San Antonio de Areco celebra la fiesta de su santo patrono San Antonio de Padua. Se trata de un evento cívico-religioso en el que participan referentes de la iglesia y autoridades locales. Se da inicio al festejo con el izamiento de la bandera y el canto del Himno Nacional argentino para dar lugar luego a la procesión que lleva la imagen del santo alrededor de la plaza central, concluyendo en el atrio de la parroquia. Los festejos continúan con la presentación de grupos corales y en ocasiones se interpreta la Misa Criolla en su versión completa, con músicos invitados. También se organizan asados, peñas, exposiciones de artesanos y demostraciones de destreza criolla.
Se trata de la celebración más antigua de la localidad, y sus orígenes datan del siglo XVIII. Es uno de los eventos característicos de la región, y se destaca por la combinación de rituales religiosos con manifestaciones tradicionales de la cultura bonaerense. La comunidad de Areco se involucra en el evento: participan los artesanos y microemprendedores en las ferias, y las escuelas organizan las cantinas.
El día del santo es el 13 de junio, por lo que la fiesta se realiza ese mismo día o en una fecha próxima. Las actividades comienzan por la mañana y culminan por la tarde luego de una serie de espectáculos musicales y la procesión y misa que dan cierre a la fiesta. El epicentro de los festejos es el casco histórico de la ciudad, donde sus calles adoquinadas y tradicionales pulperías reciben a los participantes de la fiesta y donde se despliega la feria de artesanos y se monta el escenario principal.
La historia de la ciudad comienza en 1728, cuando fue mandada a construir la capilla de San Antonio en los márgenes del arroyo de Areco. Dos años después, Ruiz de Arellano donó la capilla fundada y las tierras circundantes para fundar en ellas la villa y para que se establecieran una veintena de colonos. Más tarde, luego de la independencia, su desarrollo continuó y se organizó el partido de San Antonio de Areco. Hacia fines del siglo XIX, se convirtió en uno de los destinos favoritos para los inmigrantes europeos recién llegados.
La arquitectura de San Antonio de Areco y de su casco histórico mantiene ciertos aires tradicionales. Una serie de edificios, puentes y parques han sido declarados como Monumento Histórico Nacional en reconocimiento de su interés cultural y de su valor como patrimonio de la historia argentina: el Puente Viejo, el Parque Criollo Ricardo Güiraldes, la pulpería “La Blanqueada” y la Iglesia Parroquial de San Antonio de Padua, entre otros. La ciudad se considera como uno de los lugares donde mejor se conservan las costumbres criollas, como lo demuestran esta y otras fiestas populares que en ella tienen lugar.