Con una duración de dos días a mediados del mes de abril, esta fiesta se propone resaltar las costumbres nacionales y reunir a la familia en torno a un delicia típica de la gastronomía criolla, muy difundida en Mercedes y el noroeste de la provincia de Buenos Aires: la torta frita.
Para muchos argentinos, sobre todo para los bonaerenses del noroeste de la provincia, la torta frita y su aroma característico nos remite a nuestra infancia, en una tarde de lluvia o soleada pero confinada por el frío al comedor o la cocina de la casacon la familia y la visita reunidas en torno al mate. Para otros, en cambio, la torta frita representa un recreo en el campo después del trabajo, pero en cualquier caso evoca la satisfacción de compartir un descanso y una merienda. Este es el espíritu que recrea esta fiesta mercedina que ofrece, además, espectáculos artísticos para disfrutar con familiares y amigos.
Por la mañana las torteras y torteros, las cooperadoras escolares, las instituciones intermedias y los hogares instalan los puestos en los que elaboran a la vista las famosas tortas fritas. Y, como ya es costumbre en todas las ediciones, se amasa y se cocina la torta frita más grande del mundo, con más de tres metros de diámetro.
Este encuentro tradicionalista también contempla la presentación de cuerpos de danzas nativas y la actuación de cantantes y conjuntos de folklore tanto locales como regionales.
En el marco de la fiesta también se llevan a cabo paseos a caballo y un gran Desfile Gaucho, además del ya tradicional homenaje a los excombatientes de Malvinas.
El plato fuerte de la celebración, desde luego, son los puestos de tortas fritas, cuyos integrantes compiten en el certamen por ser el Tortero o Tortera del año.
Organizado por la Comisión de Agrupaciones Gauchas de Mercedes y con el auspicio de la Dirección de Turismo del municipio, el evento ha sido declarado de interés municipal en el año 2002 y actualmente se realiza en el Parque Municipal Independencia.
Mercedes, cuna de la celebración, es la ciudad cabecera del partido homónimo, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires. Fundada en junio de 1752, nació como un fortín para contener los malones de los pueblos originarios, en particular los Puelches o Pampas, que habitaban la región. Por lo tanto su origen, como frontera de conflicto, está estrechamente vinculado a la tensión entre el criollo descendiente de europeo y el indígena. La misión de esos fuertes, que estaban dispuestos en forma de abanico, consistía en impedir que los ataques de los nativos llegaran hasta la ciudad de Buenos Aires, que se encuentra a 100 kilómetros de Mercedes.
Luego del malón a las estancias de Luján en 1744, se resolvió establecer estos puntos de contención. Sin embargo los milicianos, que eran los encargados del fuerte, desertaban porque esa función los obligaba a desatender sus estancias. Ante la necesidad de formar un ejército profesional, en 1745 se creó al Cuerpo de Caballería Blandengues de la Frontera, y de esta forma nació la Guardia de Luján, así llamada por hallarse a siete leguas del santuario.
Al producirse la Revolución de Mayo de 1810 los blandengues fueron transformados en Regimiento de Caballería de la Patria, y en 1854 la Guardia de Luján pasó a llamarse Villa de Mercedes, debido a la devoción que los lugareños profesaban a la Virgen de la Merced.
La primera autoridad municipal se constituyó en 1856, y un año más tarde se instituyó el actual régimen con la figura de Intendente y Concejo Deliberante. Finalmente, en 1865, el gobernador Mariano Saavedra dispuso que la Villa fuese titulada Ciudad de Mercedes. De acuerdo con el último censo nacional, la ciudad de Mercedes pasó de 59.870 habitantes en el 2001 a 63.284 habitantes en 2010.
Una de las curiosidades que presenta Mercedes es una pulpería ubicada en las afueras de la ciudad, sobre el río Luján, que tiene la particularidad de ser una de las últimas pulperías de la región pampeana que todavía mantiene su fachada intacta, al igual que el palenque donde los paisanos ataban sus caballos, con paredes de ladrillo de 45 cm de espesor típicos de la época. En su interior, tanto el mobiliario como los pisos de ladrillos y sus techos de tirantería también son originales.
La Fiesta Provincial de la Torta Frita año a año sigue creciendo en convocatoria, nos propone reencontrarnos con nuestra historia compartiendo folclore, mate y torta frita en un fin de semana a pura tradición.