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SEMANA SANTA DE ANDALUCÍA Acceso libre

Esta fiesta, que se celebra durante Semana Santa y tiene una duración variable con arreglo al cronograma de cada edición, es uno de los acontecimientos culturales y sociales más importantes de la colectividad española de la Argentina.

Andalucía se muda a Mar del Plata cada año, con toda su gracia y encanto, cuando los descendientes de esa comunidad española hacen gala de sus costumbres por las calles marplatenses para llevar a cabo este evento de marcado corte religioso.


La programación suele comenzar con la celebración del Te de las Mantillas, tradicional encuentro de las mujeres que acompañan a la Virgen Macarena ataviadas de luto durante la Procesión. Con una gran concurrencia, se realiza en el Centro Andaluz y sirve de solemne acto de apertura a la Semana Santa. El Viernes Santo se realiza la Procesión de la Virgen de la Esperanza Macarena, que recorre las calles de la ciudad acompañada por los Penitentes, los Costaleros y las Mujeres de Luto, con pregones y saetas a la usanza de las procesiones sevillanas. La procesión parte al caer la noche desde el Monumento a Isabel la Católica, en Plaza Colón, y arriba alrededor de las 10 de la noche a la Catedral de los Santos Pedro y Cecilia, donde es recibida por el obispo diocesano de Mar del Plata, el Párroco de la Catedral y una numerosa feligresía que venera a la Virgen hasta altas horas de la noche.


El sábado se sirve la Gran Paella de Semana Santa en el Centro Andaluz de Mar del Plata que concita gran concurrencia de público.


En el marco de los festejos, diversos coros y ballets animan espectáculos artísticos, como “Andalucía canta y baila”, presentados en el Teatro Municipal Colón y organizados por el Centro Andaluz.


Mar del Plata, sede de esta celebración, fue fundada con su nombre actual en 1874 por Patricio Peralta Ramos en un territorio en el que había funcionado una misión jesuítica llamada Nuestra Señora del Pilar del Volcán. Peralta Ramos le compró en 1860 esas tierras a José Coelho de Meyrelles, responsable de hermanar las relaciones comerciales con Brasil gracias a las cuales los pobladores de aquella zona encontraron en esa época la estabilidad necesaria como para asentarse.


La llegada del ferrocarril le abrió paso a una nueva característica que aún hoy acompaña y distingue a Mar del Plata: el turismo. Inspirada en la arquitectura del sur de Francia, a tal punto que se la conocía como la Biarritz argentina, la ciudad se convirtió, en una primera instancia, en el destino turístico preferido de la clase acomodada de la ciudad de Buenos Aires.


En 1888, tras la inauguración del hotel Bristol y ya con la ciudad afianzada como plaza turística, desde la municipalidad se sancionó un "reglamento de baños", instrumento legislativo que venía a regular el goce y disfrute del ocio en las playas. Este reglamento prohibía, por ejemplo, que la gente se bañara desnuda en el mar; también establecía que hombres y mujeres no podía mezclarse, y penalizaba el uso de instrumentos de larga vista durante el horario de baño. Tampoco permitía a los hombres aproximarse a la orilla donde se bañaban las señoritas.


Recién a mediados del siglo XX, gracias a las conquistas sociales introducidas por el peronismo, Mar del Plata dejó de ser un balneario exclusivo de la clase alta porteña y pasó a convertirse en un destino turístico accesible para la clase media. Este cambio fue posible por la avanzada legislación laboral del peronismo que, entre otras medidas, permitió a los trabajadores percibir un aguinaldo y vacaciones, y desarrolló una política de Estado que contemplaba el turismo social.


En la actualidad, la economía marplatense gira principalmente en torno al turismo, a su puerto y a la actividad pesquera, aunque también se destacan la horticultura, la metalmecánica y la industria textil. En Mar del Plata se encuentra el Parque Industrial General Manuel Savio, que recibió un gran impulso durante la gestión del gobernador Daniel Scioli, quien triplicó la cantidad de parques industriales de la provincia de Buenos Aires durante su gestión como parte de una política de fortalecimiento de las fuerzas productivas regionales.


La Semana Santa de Andalucía finaliza con una misa en la Parroquia San Carlos Borromeo, circunstancia que marca el regreso de la Virgen Macarena a su casa de todo el año.