Payadores de todo el país se reúnen en la ciudad de Tres Arroyos para compartir sus décimas y mantener viva una importante tradición de la cultura local.
El encuentro de Tres Arroyos reúne payadores de todo el país y de países vecinos y a un público de la localidad y de la región. De esta manera, Tres Arroyos se muestra como un punto de referencia para los amantes del canto y la improvisación, con su Monumento y su Casa del Payador y el Resero, además de su encuentro anual. Sus organizadores destacan la labor que se ha hecho en el país para mantener vivo este arte. En los últimos años se elaboró incluso una Guía del Payador en varios idiomas para que los visitantes extranjeros también puedan entender de qué se trata.
El evento se realiza en torno al 23 de julio en concordancia con el Día del Payador que se celebra en conmemoración de una famosa payada del siglo XIX. En Argentina el más legendario de los cantores fue Santos Vega, hijo de padres andaluces que pronto se convirtió en el prototipo de payador. La tradición de improvisación es reflejo de la práctica de los bertsolaris vascos, que utilizan las rimas y el ingenio en sus recitados. Los ritmos que se emplean para estos recitados son diversos, y la forma más usada es la décima octosilábica. La payada es un diálogo repentista, sin nada previamente escrito, entre dos personas, y sus temas suelen ser reflexiones profundas del artista.
El encuentro se desarrolla habitualmente en el SUM de una escuela local e incluye la actuación de los payadores presentes, además de artistas invitados que interpretan tangos o folklore. Se realizan también actividades como charlas para niños, como forma de difundir esta cultura y propiciar el surgimiento de nuevos talentos.
La ciudad y el partido de Tres Arroyos se encuentran al sur de la provincia de Buenos Aires. Su principal actividad es la agricultura, siendo el corazón triguero de la Provincia. Su historia comienza en el siglo XIX y su fundación se vincula con los intentos de mantener la frontera agrícola en los territorios indígenas conquistados. En 1865 se funda el pueblo conocido como “El campamento de los Tres Arroyos” por estar instalado sobre la confluencia de tres cursos de agua. Durante las siguientes décadas y ya entrado el siglo XX, recibe importantes flujos migratorios y alberga las más importantes comunidades danesas y holandesas.