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FIESTA NACIONAL DEL DURAZNO Acceso libre

Esta celebración rinde homenaje a los fruticultores de la zona a través de uno de los principales productos: el durazno. Se extiende durante tres días y su nota distintiva es un concurso de duraznos que se realiza entre productores locales.

En 1966 y con el propósito de promocionar la calidad de los duraznos de la zona y a su vez homenajear a sus fruticultores se concibió la idea de la celebración. La primera Fiesta del Durazno se realizó al año siguiente, organizada por la recién conformada Asociación de Fruticultores de Mercedes. Ya en dicha oportunidad se efectuó el célebre concurso para elegir la mejor producción de esta fruta.

Esta Asociación fue la responsable de la fiesta hasta 1979, año en que dejó de celebrarse la Fiesta del Durazno por un período de 11 años, hasta su reanudación en 1991, cuando pasó a organizarse directamente por las autoridades municipales.

La fiesta queda inaugurada oficialmente con la entonación del himno nacional y el izamiento de la bandera. Una vez inaugurada se procede a la sacramental bendición de los frutos. Luego sí, se da comienzo a todo tipo de espectáculos artísticos y culturales, que alborozan durante tres jornadas las vidas de los mercedinos. Además de los shows musicales y obras de teatros con artistas  populares de renombrada fama, espectáculos de danza, peñas folclóricas, y presentación de humoristas, se exponen artesanías regionales de elaboración local, y se llevan a cabo certámenes de Razas Caninas y concursos de productores de frutas.

En la actualidad la festividad, que en 2019 tuvo su 43º edición,  se desarrolla en el predio a cielo abierto del ex Instituto Martín Rodríguez.

Fundada en junio de 1752, Mercedes nació como un fortín para contener los malones de los pueblos originarios, en particular los Puelches o Pampas, que habitaban la región. Por lo tanto, su origen como frontera del conflicto, está estrechamente vinculado a la tensión entre el criollo descendiente de europeo y el indígena. La misión de esos fuertes, que estaban dispuestos en forma de abanico, consistía en impedir que los ataques de los nativos llegaran hasta la ciudad de Buenos Aires, que se encuentra a cien kilómetros de Mercedes. Luego del malón a las estancias de Luján en 1744, se resolvió establecer estos puntos de contención. Sin embargo los milicianos, que eran los encargados del fuerte, desertaban porque esa función los obligaba a desatender sus estancias. Ante la necesidad de formar un ejército profesional, en 1745 se creó el Cuerpo de Caballería Blandengues de la Frontera, y de esa forma nació la guardia de Luján, así llamada por encontrarse a siete leguas del santuario. 

Al producirse la Revolución de Mayo en 1810 los blandengues fueron transformados en el Regimiento de Caballería de la Patria, y en 1854 la Guardia de Luján pasó a llamarse Villa Mercedes, debido a la devoción que profesaban los lugareños a la Virgen de la Merced.

La primera autoridad municipal se constituyó en 1856, y un año más tarde se instituyó el actual régimen con la figura del Intendente y el Consejo Deliberante. Finalmente, en 1856, el gobernador Mariano Saavedra dispuso que la villa fuese titulada Ciudad de Mercedes