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PATIO CERVECERO Acceso libre

En la ciudad de Tornquist, la comunidad alemana celebra una de sus tradiciones: un patio cervecero donde se pueden degustar bebidas y comer platos típicos.

La Sociedad Germánica de Tornquist ha comenzado hace unos años a practicar uno de los rituales más conocidos de la comunidad alemana: la organización de un patio cervecero donde se pueden degustar una variedad de cervezas y platos típicos alemanes, así como bailar al ritmo de la música de la colectividad y disfrutar de los espectáculos de humor. Uno de los objetivos es preservar las costumbres y tradiciones germanas, aunque dando lugar a la combinación con la tradición local. Las comidas, por ejemplo, combinan recetas alemanas con otras locales y la oferta de cervezas incluye la “Reina Serrana”, de elaboración local.


En el patio de la institución, las largas mesas se disponen de acuerdo con la modalidad de las fiestas cerveceras alemanas y unas 500 personas se sientan en ellas, compartiendo con sus vecinos la comida y la bebida.


La presencia alemana en Tornquist está vinculada al origen de la ciudad. Su fundación en 1883 es el resultado del establecimiento de una colonia agrícola compuesta por inmigrantes provenientes de Alemania o de otras regiones de Europa de habla alemana (sobre todo de la región del Volga). La principal actividad económica fue la agrícola – ganadera, y su desarrollo y la llegada del ferrocarril propiciaron el crecimiento urbano. Las comunidades alemanas crearon entonces diversas organizaciones, entre ellas la Sociedad Germánica, con el objetivo de mantener vivas sus tradiciones.


La inmigración alemana a la Argentina se desarrolló en distintos períodos. Durante el siglo XIX no fue muy numerosa pero fue creciendo con el tiempo. La formación de colonias agrícolas en el interior del país no fue la forma predominante de la inmigración en la Argentina, si bien fue el eje de ciertas iniciativas que buscaban propiciar el crecimiento de la población en regiones con baja densidad. Tampoco fue la forma predominante de la inmigración alemana, que se destinó en gran parte a las ciudades. Sin embargo, la presencia de comunidades de origen alemán en espacios rurales primero y luego en ciudades como Tornquist, permitió mantener entre sus miembros un sentido de pertenencia y el deseo de mantener vivas tradiciones de su lugar de origen, como ilustra la iniciativa de organizar este Patio Cervecero.