Esta fiesta, que dura más de tres días y se lleva a cabo en Semana Santa, rinde homenaje a los hombres de mar y trabajadores del puerto que con su esfuerzo han contribuido al desarrollo de la región.
De entre todas las actividades programadas para esta celebración, como por ejemplo los recitales, los juegos infantiles y la feria de artesanos, la que sin duda sobresale es la preparación de verdaderas exquisiteces con los frutos del mar: cazuelas de mariscos, paellas gigantes y rabas.
El origen de este evento, vinculado al pasado inmigratorio de Ingeniero White, nos remite a 1989, cuando vecinos y trabajadores del puerto se congregaron en torno a una cazuela gigante en el Muelle Nacional.
Es organizada por la sociedad de fomento de Ingeniero White. El epicentro de los festejos es el anfiteatro de Guillermo Torres y San Martín, y los chef encargados de la gastronomía son los cocineros de clubes locales como Huracán y Comercial. En el marco de la fiesta también abren sus puertas las cantinas del Puerto, con su tradicional cocina artesanal.
Bandas de Bahía Blanca e Ingeniero White, grupos de trayectoria a nivel nacional como Los Auténticos Decadentes y Los Pericos, una noche de tango de la mano de Néstor Rolán y la actuación de prestigiosos folkloristas son algunos de los espectáculos que se ofrecen al visitante.
La programación también incluye grupos de baile, espectáculos infantiles, muestras de museos comunitarios, obras de teatro y un importante paseo de artesanos.
Ingeniero White, sede de la fiesta, es una localidad del partido de Bahía Blanca, en el sur de la provincia de Buenos Aires, y tiene uno de los principales puertos de ultramar de la Argentina. El movimiento económico en torno a este puerto fue el factor más importante en el crecimiento de la ciudad de Bahía Blanca.
El nombre Ingeniero White, con que se designó a la localidad en la que se construyó el puerto, responde a una disposición del presidente Julio Argentino Roca, que en junio de 1899 decidió rendirle un homenaje en vida a Guillermo White, uno de los primeros ingenieros argentinos egresados de la UBA e integrante del así llamado grupo de los Doce Apóstoles de la Ingeniería Argentina. White era nieto del controvertido comerciante, homónimo, nacido en Estados Unidos, que apoyó las invasiones inglesas de 1806 y 1807 y luego respaldó la Revolución de Mayo en 1810.
En cuanto a Bahía Blanca, los pueblos originarios que habitaban la región antes de la invasión española la llamaban Blanca Vadia o Vadia Blanca. A pesar de que los invasores europeos la denominaron de diversas formas, una vez afianzada la independencia nacional el gobierno de la provincia de Buenos Aires proyectó en 1827 la fundación de una ciudad y un puerto en la zona y resolvió llamarla Bahía Blanca. Durante los años posteriores varios dirigentes de la época quisieron cambiarle el nombre, sin embargo la persistencia de sus pobladores en llamarla Bahía Blanca hizo inviable esos cambios en la nomenclatura oficial.
En 1883 la concesión del puerto fue otorgada al Ferrocarril del Sud, y a partir de 1889 la exportación de cereales se incrementó considerablemente. El perfil demográfico de la región se transformó a principios del siglo XX con la llegada de una gran cantidad de inmigrantes, en su mayoría de origen europeo, que se establecieron en el puerto y en la ciudad.
Con una concurrencia que crece año a año, y que actualmente supera los 20 mil asistentes, la Fiesta Nacional del Camarón y el Langostino atrae a turistas de todo el país. El evento se cierra con la elección de la reina, que asume su representación por el período de un año.