El objeto de esta celebración, que se lleva a cabo en la primera quincena de septiembre y dura nueve días, consiste en reconocer y exhibir la labor de selección y mejoramiento de las razas tradicionales de aves que los avicultores locales vienen realizando desde hace más de cuatro décadas.
Durante el día se pueden recorrer las exposiciones de avicultura, industria, comercio y las muestras culturales. Por las noches se desarrollan espectáculos de danza y conciertos con la actuación de ballets y artistas regionales así como bandas consagradas a nivel nacional entre las que se cuentan, por ejemplo, la Bersuit Vergarabat.
La oferta cultural incluye muestras artísticas de aves autóctonas, de pintura, de artesanías, bibliográficas y de aeronavegación.
La primera edición de este evento se concretó en julio de 1975, año en que la Dirección de Turismo de la Provincia de Buenos Aires lo declaró de interés provincial, y poco después la Secretaría de Estado de Deportes y Turismo de la Nación le otorgó la categoría de Fiesta Nacional, distinción que constituye un reconocimiento al esfuerzo y al alto nivel de perfeccionamiento de las razas avícolas alcanzado por los criadores de la zona.
Antes de que se llevara a cabo la primera edición, la ciudad ya venía siendo anfitriona de exposiciones avícolas de gran importancia que eran verdaderas fiestas de la avicultura, tanto por la organización como por la calidad de los animales exhibidos.
La festividad nació, al mismo tiempo, con la finalidad de promover a Rauch como un destino de atracción turística mediante la creación de un programa de entretenimientos que despertara verdadero interés a nivel nacional.
El nombre de la ciudad anfitriona es un homenaje al militar prusianoargentino Federico Rauch, que peleó contra los pueblos originarios y en las guerras civiles argentinas. Luego de varios enfrentamientos armados con los nativos para expropiarles sus tierras, luego de innumerables pérdidas sufridas durante los malones, el gobierno criollo decidió contratar a Rauch, una suerte de mercenario prusiano, y concederle el grado de coronel del Ejército nacional para extinguir al indígena y de ese modo expandir y asegurar lo que entonces llamaban la frontera y que en los hechos no era sino una línea imaginaria en el sur de la provincia de Buenos Aires que dividía el territorio controlado por el hombre blanco de aquel que aún estaba en manos de sus dueños originarios. En el marco de la guerra civil entre unitarios y federales, Rauch fue derrotado y degollado en el combate de las Vizcacheras en marzo de 1829. Luego de su muerte, los 30.000 kilómetros cuadrados que poseía la provincia de Buenos Aires en la llanura pampeana se habían transformado en más de 100.000, lo que demuestra la cantidad de territorio que este militar prusiano contribuyó a usurparle a los pueblos originarios de la región.
En 1820 empezaron a establecerse en la zona los primeros estancieros, quienes se beneficiaron de la Ley de Enfiteusis y pasaron a controlar 8.600.000 hectáreas. El lento avance sobre la frontera se consolidó con el ascenso de Rivadavia a la presidencia. Y en 1865, por Ley 441 del Poder Ejecutivo, se decretó la fundación de Rauch junto con otros nueve partidos.
La Fiesta Nacional del Ave de Raza, que entre sus atractivos ofrece las tradicionales parrilladas, concluye cada año con la coronación de la nueva reina nacional del evento, quien a partir de entonces asume la responsabilidad de representar a la localidad en las demás celebraciones que se realizan en el país.