Organizada por la Sociedad Alemana de Villa Gesell, esta cena show y fiesta de la cerveza forma parte de la propuesta gesellina para el invierno. En un espacio ambientado al estilo de los salones cerveceros alemanes, se sirven comidas típicas y se presentan orquestas que animan la velada con ritmos folklóricos.
En un fin de semana de agosto, la Fiesta de la Cerveza se suma a la propuesta de Villa Gesell para el invierno. La Sociedad Alemana invita a una cena show con comida típica alemana, baile con orquestas en vivo y, por supuesto, cervezas de distintos tipos para degustar. El salón donde se realiza el evento está calefaccionado y ambientado al estilo de los salones cerveceros de Alemania. La comida comienza con fiambres y ensalada de papas, sigue con comidas calientes tales como carré de cerdo ahumado, salchichas vienesas con chucrut y papas y finaliza con postre. Durante toda la noche se puede tomar cerveza tirada. El baile comienza con el show de las orquestas y la presentación de los grupos de bailes que interpretan danzas tradicionales y sigue hasta la madrugada con la participación de todos los invitados. La entrada a la fiesta incluye la cena, bebida libre y el show.
La Sociedad Alemana de Villa Gesell organiza este Winterfest como forma de continuar su labor de difusión de la cultura alemana. La Sociedad se dedica a la enseñanza del idioma alemán con el apoyo del Goethe Institut. Desde su primera edición en 1990 la fiesta fue creciendo en convocatoria y ha sido declarada de interés turístico municipal, provincial y nacional.
No es casual que se retomen las tradiciones alemanas en Villa Gesell. Don Carlos, el pionero de la villa, era hijo de inmigrantes alemanes llegados al país a fines del siglo XIX. Luego de un viaje por Estados Unidos que tuvo que interrumpir por el inicio de la primera guerra mundial, Carlos Gesell volvió a Argentina y trabajó junto a su padre en distintos emprendimientos comerciales. Un tiempo después compró unos terrenos frente al Mar Argentino y comenzó su proyecto. Al principio esas tierras eran un conjunto de dunas que se movían al compás del viento. Tras encontrar la fórmula para hacer crecer las acacias, comenzó el trabajo de forestación para fijar los médanos. Con el tiempo, el balneario se convertiría en una popular villa turística elegida por los argentinos para visitar durante todo el año.