Esta fiesta católica, que comienza a fines de agosto y culmina a mediados de septiembre, rinde homenaje al Señor y a la Virgen del Milagro y tiene por objetivo que los salteños renueven la devoción a Cristo y la veneración a su Santa Madre, e imploren su protección y resguardo.
La celebración comienza el último viernes de agosto con la congregación de la grey y posterior procesión por las calles de la ciudad de San José de Metán, que reúne a alrededor de 700 mil feligreses y de la cual participan, entre otras autoridades eclesiásticas y políticas, personalidades como el arzobispo y el vicegobernador de Salta.
Con esta festividad empieza a prepararse el denominado Tiempo del Milagro, que además de la fiesta grande del Señor y la Virgen del Milagro –cuyo desarrollo tiene lugar el segundo fin de semana de septiembre– incluye numerosos festejos en otras zonas de la provincia. La renovación de los pactos de fidelidad en Metán es, por ende, el inicio de la preparación espiritual y del clima de reflexión y alegría que envuelve a todo el territorio salteño durante esta celebración cívico-religiosa.
El origen de esta fiesta es la procesión piadosa que los metanenses realizan anualmente desde el 25 de agosto desde 1948 en respuesta a los temblores que sacudieron la cabecera departamental en la primera mitad del siglo XX.
Las actividades en honor del Señor y la Virgen del Milagro comienzan por la mañana con misas para la Guardia Obrera y para los adoradores. La procesión, que parte de la Iglesia del Señor y la Virgen del Milagro, se lleva a cabo en horas de la tarde. Al concluir el recorrido por las calles de la ciudad, el arzobispo preside la renovación del pacto de fidelidad con los patronos tutelares. La festividad termina por la noche con una misa celebrada por el párroco local y otros sacerdotes de la comunidad.
Luego de esa intensa jornada, a partir del primer fin de semana de septiembre y hasta mediados de mes se rezan novenas y misas y se realizan diversos homenajes religiosos –incluso se transmiten novenas a través de las diversas radios locales para aquellos creyentes impedidos de movilizarse– entre los que destacan la Solemnidad de la Santísima Virgen del Milagro, la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz y la Solemnidad del Señor del Milagro.
San José de Metán, cuna de la celebración, es cabecera del departamento homónimo en el sur de la provincia de Salta. En tiempos de la colonia formaba parte de la región conocida como "El Tucumán”, que abarcaba territorios desde el Alto Perú (en nuestros días Bolivia) hasta lo que hoy es el noroeste argentino. Antes de la invasión española el territorio estaba habitado por los pueblos originarios conocidos como Diaguitas, Lules y Comechigones. Los Lules, rebautizados como Xuries por los españoles, eran nómades y vivían principalmente de la caza y la recolección de frutas y miel. De acuerdo con algunos historiadores, fueron precisamente los Lules quienes le dieron nombre a esta zona: Mepao Metán, que en su idioma significa Pueblo de la miel. “Mep” (miel) y “Ao” (tierra), de origen cacano, unidos forman “Mep-ao”, que luego de algunas deformaciones habría derivado en Metán. Pero también hay otra teoría según la cual el nombre provendría de la parcialidad de los Meptanes, que tenían su asentamiento en el actual Metan Viejo. La primera parte del nombre, San José, rinde tributo al patrono de la ciudad.