Esta festividad tiene por objeto rescatar y valorar las pautas culturales del gaucho como sujeto social, destacando un conjunto de valores como la defensa de lo nacional, el respeto por el otro, la solidaridad y la preservación de las tradiciones.
Esta celebración tiene su origen en una idea de los empleados de la estancia Collun Co, que luego formarían el Centro Tradicionalista Huilliches. La intención era organizar una gran fiesta popular mostrando la vida del hombre de campo, y en 1988 lograron ese objetivo, haciendo coincidir al festejo con el aniversario de la ciudad de Junín de los Andes.
Las celebraciones se prolongan por cinco días, en el mes de febrero, donde espectáculos de destrezas criollas, jineteadas y danzas folclóricas constituyen algunas de las atracciones más convocantes de la Fiesta Nacional del Puestero. El rasgo distintivo de esta Fiesta Nacional es que en cada año se rinde homenaje a un puestero de la región.
En el marco de los festejos, hay un espacio destinado a los más pequeños, conocido como el Día de los Puesteritos, y otro dedicado en especial a los jóvenes: el Día del Gaucho Joven. No podía faltar la inclusión de un Día de la Mujer de Campo.
Además de estos espacios pensados para convocar a la comunidad, también es posible disfrutar de los tradicionales puestos de artesanías vinculadas a la cultura gauchesca, y del componente gastronómico que siempre dice presente en estas celebraciones. Se realizan sorteos, juegos y el clima de fiesta se completa con importantes espectáculos. El predio ubicado a la vera de la Ruta Nacional Nº 40 es el escenario de estas jornadas que buscan mantener el arraigo a las costumbres lugareñas.
La Fiesta Nacional del Puestero –declarada así en 2011- constituye una posibilidad de disfrutar en familia de una celebración que resguarda los valores como la defensa del ser nacional, y el apego a la familia y las costumbres.
Junín de los Andes, que es la ciudad más antigua de la provincia de Neuquén, fue fundada como ciudad en 1945 y resulta ser el lugar propicio para rendir homenaje a los puesteros rurales, por eso popularmente es conocida como la Capital Provincial de la Tradición.
Esta zona fue originariamente habitada por tribus mapuches y tehuelches, diezmados por la campaña emprendida por el General Julio Roca en 1879. Por eso, la primer fundación data de 1882, donde se alzó el primer fortín en el terreno que los nativos llamaban Yconiyén (Valle de los Chacayales) o Cum Cum Niyeu.
Alrededor de él se conformó un poblado militar, cuyo nombre, Junín, deviene del vocabllo aymara “hunis” que significa pastizal. El lugar de emplazamiento fue elegido por el sargento Vidal, a quien se lo considera fundador.
Destacado por su cercanía con el volcán Lanín, hoy es un importante centro ganadero donde conviven descendientes de poblaciones diversas.