La ciudad bonaerense de Coronel Vidal organiza la Fiesta Nacional del Potrillo entre la segunda quincena de febrero y la primera de marzo. El objetivo de los organizadores, en conjunto con la Municipalidad del Partido de Mar Chiquita, es homenajear al potrillo, símbolo local, y a través de ello, a la cultura popular.
El origen de la festividad se remonta a fines de la década de 1970. Un grupo de integrantes del Centro Tradicionalista Arbolito iniciaron una serie de gestiones con las autoridades municipales y consultas con distintos actores civiles de la comunidad, para crear una fiesta cuyo objetivo fuese revalorizar al potrillo. La idea era celebrar la importancia económica, social y deportiva del caballo para la localidad a lo largo de su historia.
En marzo de 1979 tuvo lugar la primera Fiesta Regional del Potrillo. Su actividad central inicial fue el remate y exposición de yeguarizos, algo que continúa siendo la esencia de esta celebración. Como también se trataba de revalorizar no sólo los aspectos comerciales sino también al caballo en su rol deportivo, se organizaron juegos de polo, carrera de sortija y jineteada. No faltó la elección de una reina.
El éxito de las primeras ediciones fue notable. Ya en la primera, cerca de 12000 personas se acercaron a la estancia Arbolito para presenciar la jineteada, incluso algunos provenientes de lugares distantes como Mar del Plata, Balcarce, Ayacucho, La Plata, Capital Federal y Gral. Maradiaga. Más adelante, por iniciativa de los organizadores de aquellas primeras festividades, comenzó a tomar forma la creación de un monumento y un logotipo identificatorio, en donde se representara al potrillo con su madre, en un signo de vitalidad y familiaridad.
En el año 1986 los organizadores del evento lograron, gracias a su permanente actividad y en razón del crecimiento demostrado año a año, el reconocimiento de carácter provincial. A partir de 1995 obtuvo el rango de Fiesta Nacional. Desde entonces, el acontecimiento celebratorio ha crecido de edición en edición, hasta convertirse en una de las fiestas populares más significativas de la provincia.
La fiesta tiene su centro de atención en las tradicionales muestras de doma y jineteada, así como los remates de equinos y el Torneo de Polo, pero a estas actividades originarias, se han ido sumando otras muy variadas que convocan a todo el público local y visitante. Entre ellas se destacan las de índole cultural y social como espectáculos artísticos, los concursos de canto, la degustación de gastronomía típica, recitales con importantes artistas, ferias artesanales, y la elección de la reina.
A lo largo de una semana, en el Campo de Doma Julián Ormaechea de la Escuela Agraria o en la sede de la Sociedad Rural de Mar Chiquita, las actividades se suceden día tras días. Se realiza el remate de equinos, las demostraciones de doma y jineteada en sus diversas formas, y finalmente, un importante Encuentro de Payadores y Canto Criollo.
El lugar principal donde se desarrollan el espectáculo artístico, los recitales, y la elección de la Reina del Potrillo es el anfiteatro municipal Carmencita Viglietti, bautizado en honor de la primera directora del ballet oficial local. Conjuntos y solistas musicales vinculados con la tradición del folclore suben al escenario para deleitar al público con canciones, payadas y recitados. Estos han sido los casos de El Chaqueño Palavecino, Yamila Cafrune, Antonio Tarrago Ross, Roxana Carabajal, Bruno Aires, Carlos Ramón Fernández, y otros tantos músicos locales y regionales. Ya constituyen una tradición de esta fiesta los concursos de canto y recitado y el Encuentro de Payadores y Canto Criollo.
El Torneo de Polo en el Destello General Pirán, y la Casa Municipal de la Cultura ofrece obras de teatro, charlas audiovisuales, exposiciones de pintura y dibujo.
No falta en esta fiesta el desfile de instituciones civiles representativas, como el Centro Tradicionalista Arbolito Vidal, Agrupación La Marca, los Bomberos Voluntarios de Coronel Vidal, Amigos del Caballo del Partido de Mar Chiquita, Agrupación Rancho Aparte de Santa Clara del Mar, Agrupación Tradicionalista Parque La Caleta y el Centro Municipal de Estudios Folclóricos de Bahía Blanca, entre otros.
Coronel Vidal fue fundada en el año de 1883, en calidad de cabecera del Partido de Mar Chiquita. La localidad antes, era reconocida por los lugareños con el nombre de Arbolito en razón de la estación del Ferrocarril Sud. La denominación actual de la ciudad es un homenaje al coronel bonaerense Celestino Vidal, luchador de la Independencia y político importante durante buena parte del siglo XIX. En 1886 las autoridades locales decidieron el cambio de nombre y quedó instalado definitivamente el nombre de Coronel Vidal.
La economía de la ciudad estuvo vinculada desde sus inicios a la actividad agropecuaria, en especial a partir de la producción vinculada con las estancias. Un factor importante de su despegue económico se relacionó con la llegada del ferrocarril. La conexión con las ciudades de Buenos Aires y Mar del Plata brindó la posibilidad de comercializar distintos productos primarios, al mismo tiempo que facilitó la llegada de inmigrantes en calidad de fuerza de trabajo y poblamiento.
El clima húmedo, típico de la zona pampeana, ha sido fundamental en el desarrollo de la explotación de bienes primarios como el maíz, oleaginosas y forrajeras. La cría y venta de ganado vacuno también ha sido una característica de esta región, sobre todo la de caballos. Durante gran parte del siglo XX, Coronel Vidal fue concentrándose en la producción equina con fines deportivos, económicos y comerciales, marcado un signo de distinción en relación con otras localidades aledañas.
El cierre de la Fiesta Nacional del Potrillo queda a cargo de las autoridades organizadoras y municipales. El baile y el canto folclórico retoman sus últimos números, se corona a la reina y se premian a los ganadores de un Certamen de Canto y Danza.