Es el evento cultural más importante de la ciudad. Desde 1985, durante el mes de noviembre, las colectividades que integran la gran urbe santafecina se congregan con el fin de celebrar la diversidad cultural, la convivencia y la esperanza en el futuro con bailes, música, costumbres y artesanías.
La Secretaría de Cultura y Educación de la municipalidad de Rosario, el Ente Turístico Rosario y la Asociación de Colectividades Extranjeras de la ciudad son los principales responsables de la organización del evento y quienes aseguran su continuidad año tras año. A mediados de la década de 1980, distintas colectividades rosarinas decidieron dar inicio a la celebración de sus costumbres y tradiciones en el marco de la ciudad. A través de clubes, asociaciones y centros, las comunidades de inmigrantes empezaron a organizar el encuentro en el predio que contiene al Monumento a la Bandera, compartiendo platos típicos, bailes y música.
Con el paso del tiempo, la cantidad de visitantes se fue multiplicando debido a la presencia significativa de las familias inmigrantes en la ciudad. El reconocimiento de la municipalidad rosarina y la progresiva ocupación del predio, obligó a los organizadores a remodelar la distribución de las actividades. Se habilitó hacia el sur del Parque Nacional a la Bandera la instalación de stands, pero también en la Estación Fluvial de Rosario y en el predio del Canal 5 local.
Los puestos ofrecen comidas y bebidas típicas, a la par que pequeños escenarios en donde músicos y bailarines exhiben sus tradiciones. Algunos de los ejemplos gastronómicos más significativos son: los chorizos asturianos a la sidra; pastas, calzones y zeppole italianos; empanadas chilenas; chucrut alemán; tempura japonés, soublaki griego y el kabak árabe. Las bebidas pueden ser el vino andaluz, el limoncillo italiano, el vodka ruso, la caipirinha o el sake japonés. También, las comunidades ofertan una variedad importante de objetos culturales como esculturas, imágenes, banderas y artesanías.
En el escenario central se lleva adelante la inauguración oficial, en momentos en que los organizadores brindan un show de fuegos artificiales, en señal de bienvenida al público que se acerca a la fiesta. Posteriormente, las colectividades actúan allí demostrando sus saberes relacionados con el canto, la danza y diversas destrezas portando trajes típicos. Entre las comunidades de inmigrantes que participan del evento figuran españoles, italianos, alemanes, eslovenos, croatas, griegos, irlandeses, suizos, checos, polacos, sirios, iraníes, libaneses, israelitas, japoneses, bolivianos, paraguayos, uruguayos, peruanos y brasileños.
Desde el año 2000, la fiesta promueve la postulación y elección de la reina de las colectividades. Durante el evento, las postulantes desfilan por el escenario con sus ropas típicas y la elegida podrá participar de todos los puntos más salientes del programa. En el cierre, la reina diserta sobre su experiencia participativa y desea una feliz estadía a todos los visitantes, augurando un buen año, hasta el próximo encuentro.
En términos de nivel de asistentes a la “Fiesta Nacional de las Colectividades”, según los organizadores, supera ampliamente las 750.000 personas. Tal situación evidencia la atracción regional, nacional e internacional que posee el evento en el panorama cultural y social tanto regional como nacional. Asimismo, a lo largo de los días en los que se extiende la fiesta, actúan 2.500 bailarines en el escenario mayor y 1.000 más en los de las colectividades. Se consumen 50.000 litros de cerveza y otro tanto de gaseosas diversas. En los días de actividad, trabajan unas 5.000 personas y la ciudad alcanza picos de ocupación hotelera y gastronómica, dado que más del 42% de los que concurren provienes de lugares ajenos a Rosario, aunque la participación de los oriundos de la ciudad es muy alta.