El espíritu de esta fiesta, que se lleva a cabo en el mes de septiembre, está determinado por el sentimiento de confraternidad entre distintas culturas, y se ve reflejado en las coloridas y singulares actividades que rescatan las costumbres y tradiciones de las diversas colectividades que conviven en Misiones.
Bailes tradicionales, vestimentas y atuendos característicos de las diversas colectividades que conforman la comunidad de Oberá, ciudad anfitriona, son algunos de los atractivos durante las jornadas de esta celebración que ofrece actividades sociales, culturales, deportivas y recreativas en un festivo clima de convivencia que reúne a obereños y visitantes en torno a las mesas en las que se degustan exquisitos platos típicos de cada país.
El antecedente de esta fiesta nos remite a la iniciativa de un grupo de inmigrantes, vecinos de la ciudad misionera de Oberá, que decidieron reunirse para compartir comidas y costumbres familiares que, aunque estuvieran a escasas cuadras de distancia unos de otros, cada uno conservaba de las tradiciones traídas de su país de origen.
Al principio participaban pocas familias, pero con el tiempo cada vez más integrantes se unían a esta celebración tan particular que no sólo unía lazos familiares e intercambiaba anécdotas de la historia de sus orígenes sino también proponía compartir fiestas, hábitos y valores.
La primera fiesta se realizó en 1980, el 4 de septiembre, día del Inmigrante, y tuvo lugar en el complejo deportivo municipal. Año tras año, a medida que se consolidaban las colectividades precursoras, otras se fueron sumando a la iniciativa de compartir sus tradiciones y sus orígenes.
En 1992 la fiesta pasó de tener rango provincial a ser declarada de carácter nacional y con sede permanente en Oberá. Con la meta de canalizar los objetivos comunes a todas las colectividades, se creó por aquellos años la federación que hoy es responsable de organizar la fiesta además de avocarse a la tarea de mantener y hacer crecer el Parque de las Naciones.
En la actualidad la fiesta cuenta con un predio propio, al aire libre, cuya particularidad radica en el hecho de que cada colectividad construyó una casa típica de su país de origen. Además de la posibilidad de visitar los dieciséis hogares, el evento ofrece espectáculos de cuerpos de danzas de las distintas colectividades y presentaciones de artistas provinciales, nacionales e internacionales.
Otra de las notas singulares de esta festividad, para asombro de los visitantes, es que durante todo el mes de septiembre la ciudad de Oberá viste el atuendo típico de los inmigrantes.
La raíz etimológica de Oberá es la voz guaraní derivada de la palabra Vera, que significa brillante o luminoso; y la grafía con la letra B responde a una deformación idiomática. El origen del nombre se debe al cacique guaraní del siglo XVI Oberá, nativo de Paraguay, dotado de gran genio e inteligencia, que combinó los dogmas católicos aprendidos de un sacerdote jesuita con sus ritos religiosos indígenas. Sobre esas bases concibió una teoría sobre la reencarnación y la transmigración de las almas, y, a causa de los prodigios que obró, los nativos comenzaron a llamarlo "Resplandeciente del Sol".
Alrededor de 1908 llegó a la región un contingente de franceses, alemanes y noruegos como resultado del intento de las autoridades nacionales por atraer a la inmigración europea para poblar estas tierras cuyos habitantes originarios eran los guaraníes. Sin embargo, las arduas condiciones hicieron que estos pioneros renunciaran a la colonización.
Fueron mayormente suecos los inmigrantes que a partir de 1913 se establecieron en el lugar y crearon un pueblo en medio de la selva. El flujo de extranjeros continuó con el decurso del tiempo y se incrementó a tal punto que la zona, llamada Yerbal Viejo, llegó a ser habitada por personas oriundas de más de cuarenta naciones distintas.
En diciembre de 1927, por medio de un decreto del presidente Marcelo T. de Alvear, la antigua colonia Yerbal Viejo pasó a denominarse Oberá. El 9 de julio de 1928, cuando Argentina festejaba sus 112 años de independencia, autoridades del pueblo, los escolares y un grupo de aborígenes que respondían al cacique Luciano se reunieron en la plaza San Martín y dieron lugar a la fundación oficial de la ciudad.
En el marco de la Fiesta Nacional del Inmigrante cada año se reúnen artesanos y comerciantes de todo el país para desarrollar en las instalaciones del predio Parque de las Naciones tanto la Feria Provincial de Artesanías como la Feria Comercial del Inmigrante.
La Noche de Jóvenes, con sus espectáculos y recitales característicos, y el Festival de Ballet Infantil se suman a otro de los puntos sobresalientes de la celebración: la Noche de la Elección de la Reina de los Inmigrantes, broche de oro que se espera con gran expectativa.