Siendo la localidad una referencia central en la producción yerbatera nacional, el festival se ha convertido con el paso del tiempo en uno de los más importantes de la Argentina.

Espectáculos al aire libre, recitales, peñas, conferencias y charlas configuran las actividades centrales de un evento que, en los últimos años, incrementó significativamente tanto el ofrecimiento de actividades culturales como la afluencia de público.

El primer festival de la yerba mate en la provincia de Misiones comenzó en el año 1944. A partir de un decreto provincial fechado en 1961, la localidad anfitriona pasó a ser Apóstoles en lugar de Posadas. Sin embargo, hubo que esperar hasta 1967 para que efectivamente se desarrolle en dicha ciudad. En el año 1972 alcanzó el rango de Fiesta Nacional, y desde entonces año tras año los productores yerbateros argentinos y de países limítrofes se dan cita en esta ciudad misionera para rendir homenaje a la tradicional yerba mate. 

Durante la semana que dura la festividad los espectáculos y actividades suceden ininterrumpidamente. Apóstoles convierte a sus calles en un teatro de diversión y alegría para toda la familia. El momento de la inauguración ha contado con la presencia de varias autoridades municipales y provinciales, llegando incluso a tener entre sus participantes a presidentes de la Nación como Raúl Alfonsín y Carlos Menem.

En las calles distintos stands ofrecen gastronomía representativa de la región y diversos productos artesanales. Mientras todo ello ocurre, el predio ferial va tomando forma con la construcción del escenario central. Músicos, humoristas y bailarines son los principales actores que comparten su arte con los asistentes. A lo largo de los años, algunos de los grupos y solistas musicales que pasaron por allí fueron: Los Alonsitos, Carlos Baute, Miranda, el duo Pimpinela y Cacho Garay, entre otros. Asimismo, el talento local también tiene lugar, como lo demuestra la participación del conjunto Santa María, Alfredo Betzel y Conjunto, Grupo Armonía, Grupo “SOS” y Banda Noche Loca.

La presencia del Ballet Municipal Apóstoles, del Ballet Ucraniano, de Tango y del de la Provincia de Corrientes, demuestra el trabajo artístico que realiza la comunidad local desde hace un tiempo. De manera conjunta, el show humorístico y la elección de la reina configuran la totalidad del programa. Pero la fiesta también tiene lugar debajo del escenario. La gente que asiste, hombres y mujeres de todas las edades, disfrutan de la música, algunos escuchando plácidamente y otros bailando al son de los distintos géneros.

La fiesta es un momento de celebración pero también de reflexión y capacitación. Durante esos días, los agentes vinculados con el rubro, logran reunirse para disertar y capacitarse sobre distintas cuestiones vinculadas a la explotación de la yerba mate. Varios son los temas abordados en esos encuentros: programas estratégicos y geográficos, la utilización de hongos para el cultivo, eficiencia energética, proyectos y estudios como el uso del taladro y el zapecado y secado de la yerba mate con agua. Los disertantes son ingenieros, personal municipal y provincial y parte del sector privado. Se dan cita instituciones como el INTA Cerro Azul, el Ministerio de Agricultura de la Nación y de INDUMAR, por nombrar a las más notorias.

El cierre de la fiesta está marcado por la elección de la “Reina de la Yerba Mate” y por el almuerzo yerbatero, en el cual participan los organizadores y autoridades del municipio, de la provincia y de la nación.

Apóstoles fue fundada como asentamiento jesuita en 1638. Tierra dominada tradicionalmente por los llamados “guaraníes”, durante la dominación española comienza la producción y utilización de la yerba mate a una mayor escala respecto al uso otorgado por los pobladores nativos. Durante todo el siglo XIX la localidad fue creciendo, en especial durante sus últimas décadas. De la mano del trabajo de inmigrantes europeos arribados de Polonia y Ucrania, logran crearse colonias que rápidamente comienzan a producir la infusión, repoblando la localidad. En 1913 se crea la municipalidad, registrándose un mayor volumen de producción de yerba a raíz de la mejora en el transporte fluvial, que posibilita la expansión hacia otras provincias. En conjunto, comienza la explotación de madera, el cultivo de té, café y mandioca.

A partir del crecimiento económico de Apóstoles y de otros pueblos, Misiones pasó de ser un Territorio Nacional a ser nombrado en 1953 como “Provincia de Misiones”. El “oro verde” conformó el principal atractivo económico de la ciudad, generando un incremento notable de su población, notorio todavía a fines del siglo XX. Entre 1991 y 2001, la población creció en un 44%, ocupando de esta manera el quinto lugar entre las áreas urbanas de la provincia y el sexto entre los municipios. Mucho de ello también se debe a la instalación de molinos, secaderos de té y la producción de máquinas agrícolas, ladrillos cerámicos y carrocerías para el automotor.